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Bienvenid@s.En este blog tratamos de seleccionar, analizar y difundir la información útil de actualidad desde el compromiso con valores que priman la justicia social y la igualdad de todas las personas. Intentamos eludir la censura que muchas empresas editoras aplican a sus propios contenidos periodísticos para que no entorpezcan sus objetivos económicos y/o políticos. Necesitamos una nueva forma de transmitir la información y este puede ser un buen formato para empezar de nuevo...

viernes, 29 de febrero de 2008

Un Periodista: Ryszard Kapuscinski

Me estoy acordando mucho últimamente de este historiador y periodista polaco, con un nombre casi impronunciable en español (ya lo teneis en el título). Lo traigo hoy a colación porque, en mi interés por mostrar algunas herramientas de los buenos periodistas, él es el ejemplo. Es el periodista que deberíamos ser o haber sido todos los que alguna vez hemos flirteado con la profesión. Kapuscinski condensa la perfecta comunión entre ser un gran profesional, no tener miedo y ser buena persona. La mala noticia es que murío el año pasado, la buena es que dejó suficientes pistas para que sepamos ver la fruta en el bosque de la información. Para presentarlo diré que entre sus frases célebres figura una imposible de olvidar: "para ser buen periodista no se puede ser mala persona. Más efecto harán los datos: está considerado como el reportero del tercer mundo por excelencia en la segunda mitad del siglo XX. Presenció 27 revoluciones, estuvo en 12 frentes de guerra, fue el primero en vivir en los barrios de las ciudades africanas, mezclado con la población, y sobrevivió a 4 condenas a muerte.

Como buen periodista, escribió todos los géneros, pero dado que estuvo siempre, nunca mejor dicho, al pie del cañón, he traído aquí para estimular el apetito del respetable este fragmento de un reportaje suyo de cualquier guerra. El reportaje es trasladar la vivencia misma, lo que él hacía: vivir los conflictos. Vereis cómo reconocéis rápidamente a la buena persona. Podeis encontrar este y otros fragmentos estelares de su obra en su libro "La guerra del fútbol".

"Señor, ¡mire cuántos zapatos!
Clavó la vista en las botas de los soldados de la compañía que se arrastraban, entornó los ojos, reflexionando con gravedad acerca de algo que le preocupaba y, finalmente, habló con una voz llena de desazón:
-Toda mi familia anda descalza.
(...) El tiroteo amainó por unos instantes (...) Me dijo con voz jadeante que lo esperara mientras él volvía hasta el lugar donde acababa de producirse el último combate de su compañía. Los vivos seguramente ya se habrían alejado de allí (...) y en el campo de batalla sólo quedarían los muertos, que ya no necesitaban zapatos. Él iría hasta aquel lugar, descalzaría a algunos muertos, escondería las botas entre los arbustos y señalaría el escondrijo. Cuando terminara la guerra y lo licenciaran, regresaría y calzaría a toda su familia. Ya había calculado que por un par de botas militares le darían tres pares de zapatos de niño, y él era padre de nueve criaturas.


Ahí os dejo algo de bibliografía por si os interesa:


• El Emperador, sobre el emperador de Etiopía Haile Selassie.
• El Sha, tema de la época del Sha Mohamed Reza Pahlevi de Irán.
• Ébano, considerado por muchos su mejor libro, contiene reportajes ubicados en varios países de África.
• Lapidarium IV, fragmentos de reportajes y pensamientos.
• La guerra del fútbol, en que habla sobre diversos conflictos africanos y latinoamericanos. El reportaje que da título al libro narra la guerra que llevaron a cabo Honduras y El Salvador, cuyo detonante fue un partido de fútbol entre las selecciones de ambos países valedero para el mundial de México en 1970.
• Los cínicos no sirven para este oficio, basado en entrevistas y conversaciones moderadas por Maria Nadotti.
• Un día más con vida, donde narra la descolonización portuguesa de Angola en 1975 y sus consecuencias: una guerra civil que asoló la región hasta hace muy poco.
• Los cinco sentidos del periodista, que recoge principios básicos de periodismo, con base en los talleres que impartió en la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.
• El mundo de hoy, en el que el autor reflexiona sobre los últimos acontecimientos ocurridos en el mundo tales como el 11-S o el 11-M, así como una especie de autobiografía acerca de lo mucho que ha vivido y sus reflexiones para comprender el mundo en el que vivimos.
• Viajes con Heródoto, publicado en 2006. Obsesionado por cruzar la frontera, la redacción del diario en el que trabaja le envía a la India con el único bagaje de lo que es y un libro, la Historia de Heródoto, el primer historiador griego. Es un libro de difícil clasificación, en el que homenajea a un Heródoto protorreportero, descubridor de algo tan fundamental como que los mundos son muchos.

jueves, 28 de febrero de 2008

Lo global, lo nacional y lo europeo

Las democracias occidentales tradicionales tienen desde Montesquieu sus cartas magnas fundamentadas en el principio de división y contrapeso de tres poderes: ejecutivo, legislatuvo y judicial. Perdonad que comience con lo obvio. Sin embargo ya sabemos que el sistema económico que rige en el mundo tiene hoy un alcance global, es decir, que el precio de una cosa en China afecta al comportamiento de todo el sistema económico mundial. Sabemos también que la actual crisis del sistema financiero originada con las hipotecas basura en Estados Unidos es una crisis mudial, y hace poco nos contaba Joaquín Estefanía (ver entrada de la crisis)que la crisis del Tequila (años 90)está considerada como la primera crisis económica global.

De modo que las decisiones económicas que se adoptan en cualquier parte del mundo nos afectan cada vez más pero no conseguimos que las tomen aquellas personas que nosotros designamos, no están sujetas a ninguno de los tres pilares del llamado Estado de Derecho. En otras palabras, estamos perdiendo poder y por tanto derechos, porque las decisiones económicas traspasan las fronteras y se pasean por delante de las narices de los poderes nacionales sin que éstos puedan o quieran hacer nada al respecto.

Ante una opción es, desde luego, enterrar definitivamente el Estado nacional, porque ya no sirve. Lo malo es que sólo en el seno de ciertos estados nacionales tenemos derechos: la justicia, los subsidios por desempleo, las subvenciones para proyectos, la atención sanitaria, las pensiones etc...son derechos que se han alcanzado mediante siglos de luchas en el seno de un Estado, y sólo en ese marco están, por tanto, garantizados. Es decir, sabemos que hay países mejores que otros. Los derechos no están internacionalizados aunque sí lo está el sistema económico. Ya apenas casi culpamos a nuestros políticos porque estamos convencidos de que la crisis es global. Nos estamos creyendo poco a poco que nadie tiene la culpa. Pero sigamos.

En Europa, el intento de creación de un gran Estado supranacional, la Unión Europea, padece un mal de nacimiento. Llegó al mundo a remolque de una unión de intereses económicos. De nuevo vamos perdiendo la batalla, aunque el comienzo puede quedarse en anécdota si conseguimos corregir a tiempo. Esto está creando muchas tensiones a la hora de fabricar la gran Unión Europea política, que hoy no existe, afortunadamente, porque si existiera sería con un modelo de claro retroceso de los derechos sociales de que gozan algunos de los estados miembros. Debemos estar atentos porque cuando nos vuelvan a poner por delante un proyecto constitucional para esa gran Unión Europea debemos exigir como mínimo que podamos tener en el nuevo marco los mismos derechos individuales y colectivos que tenemos en nuestro país.

Me atrevo a sugerir los básicos: una persona, un voto. Los votos valen por derecho individual, no porque representen a una nación que tenga más o menos peso específico en el conjunto. El Parlamento es la máxima institución del Estado. Nadie puede superponer una estructura de poder sobre él ni seccionar una parcela de poder para sustraerla a su soberanía. El Parlamento designa al poder ejecutivo de acuerdo con la voluntad popular expresada mediante libre sufragio universal. Estos dos poderes y el judicial son totalmente independientes entre sí.

Y a partir de ahora podemos jugar a añadir y modificar lo que queramos: un poder judicial que también sea electivo, poderes independientes en áreas como la información pública y otros contrapoderes sensibles (con leyes para la información), leyes que establezcan límites al poder económico mundial incontrolado, leyes que beneficien al pequeño comercio, al comercio justo, leyes que erradiquen drásticamente la pobreza etc....Por ejemplo: ¿por qué está tan consagrado el principo de libre comercio en la actual Unión? ¿Por qué los países han perdido la famosa "acción de oro" que les permitía vetar fusiones empresariales que afectaban a sectores estratégicos como la energía? ¿Por qué nos hemos tragado todo eso y por aqué no vamos a poder cambiarlo si creamos una auténtica Unión Europea o de lo que sea?

Todo esto está por hacer en estos momentos en eso que pretende ser la Unión Europea. Y por el momento nuestra participación se limita a aceptar o rechazar los sucesivos textos constitucionasles (intragables hasta ahora) que nos ponen por delante. ¿Por qué tenemos que rechazarlos? Porque la Unión Europea todavía es económica y los textos están preparados al gusto del sistema económico para su propio beneficio futuro. Digamos NO a una Unión Europea de grandes corporaciones. NO es el momento (creo que no se prsenta ningún proyecto constitucional en breve) pero ahí queda para cuando sea menester.Digamos sí a una globalización llena de oportunidades. Parafraseando al Ministro brasileño, internacionalicemos a los niños, el petroleo, el dinero, y también, por qué no, el Amazonas.

miércoles, 27 de febrero de 2008

El gran debate

Se está hablando mucho del gran debate electoral entre los dos partidos políticos que tienen mayor representación parlamentaria, PSOE y PP. Creo que los que queremos una democracia real debemos empezar por reclamar unas normas que dén igualdad de oportunidades a todos. Este tipo de dabates consagra una clara discriminación del resto de formaciones políticas. ¿Cómo puede aceptarse como criterio válido para la celebración de estos "bis a bis" el hecho de que son los dos partidos que más diputados obtuvieron en los anteriores elecciones? Eso, en la era de la televisión es dar una ventaja insalvable a dos contendientes sobre el resto en la nueva partida.

De este modo se consagra un bipartidismo que hace prácticamente imposible que una tercera formación política pueda optar a meterse entre las dos primeras.

No se juega con las mismas cartas. ¿De qué sirve entonces repartirse milimétricamente los espacios publicitarios gratuitos durante la campaña electoral si el mayor impacto electoral lo suponen estos debates, capaces de hacer fluctuar la intención de voto en porcentajes de más de 10 puntos en una sola noche? De nada. Los debates a dos deberían deberían estar prohibidos por la Ley Electoral.

Una reforma futurible de la que deberían tomar nota los candidatos de las demás formaciones, especialmente Izquierda Unida, una de las grandes damnificadas.

En el caso de Izquierda Unida la discriminación es doble. A su ausencia del debate electoral se suma que la Ley Electoral otorga los escaños en función de la concentración territorial del voto. Un recuento que beneficia a los partidos nacionalistas y regionalistas (que concentran el voto en una detrminada zona) y a partidos muy votados en zonas poco pobladas (el PP)y que discrimina injustamente a partidos que, como Izquierda Unida, tienen sus votos repartidos por toda la geografía española.

Si Izquierda Unida tiene la oportunidad de decidir Gobierno con sus votos tras las elecciones de marzo, yo optaría por situar la reforma de la Ley Electoral a la cabeza de la lista de condiciones opara apoyar un Gobierno. Es lo que garantiza la superviviencia de la igualdad de derechos electorales de cara al futuro y por tanto lo que garantiza que la voluntad de mucha gente de izquierdas (que vota a Izquierda Unida, por ejemplo) se respete y quede mejor representada en el Parlamento.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Kosovo

Creo haber encontrado un aceptable análisis en torno a la cuestión de la independencia de Kosovo (El País de hoy, 20 de febrero de 2008). Su autor, Miguel Ángel Bastenier, (historiador además de periodista, entendedor de varios idiomas y especialista en Internacional) conoce muy bien la Historia contemporánea de la región balcánica y, como el artículo es breve, si se le dedica un minuto más de lo que dedicamos a la crónica deportiva, se puede encontrar petroleo.

El petróleo en esta ocasión es conseguir llamar a las cosas por su nombre. Bastenier pone el nombre y los apellidos claramente: la predisposición de occidente a reconocer todas aquellas situaciones que puedan ayudar a desmembrar la antigua Yugoslavia es el tributo o reparación que la potencia perdedora de la guerra fría (Rusia) paga por su derrota. Resuelto en unas líneas.


¿Y por qué tanto interés, si Rusia ya perdió el combate?
A Estados Unidos y su satélite europeo Reino Unido les interesa debilitar la unidad de Europa en política exterior y de paso evitar el resurgimiento de otra Yugoslavia como la de Tito que pueda dar problemas con su unión a Rusia y/o a los estados árabes.

A Alemania le interesa debilitar cualquier posición europea que sea favorable a una Yugoslavia unida o simplemente contraria la desmembración. Alemania vence con vecinos orientales pequeños y mal avenidos.

Listos, esto Bastenier lo aliña con su erudición en etnias balcánicas.

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